La historia suele ser muy caprichosa o presentarse en diversas formas, desgraciadamente a veces nos llegamos a encontrar con textos tergiversados a favor o en contra de las situaciones que se viven en ese momento. La narrativa que llega a convertirse en historia, con el paso del tiempo en muchas ocasiones nos llega distinta del modo original del que ocurrieron los hechos. Aquí presentamos este esbozo de historia que fue construido a base de algunas recopilaciones otorgadas por los ciudadanos Tetelenses, así como información de textos diversos especializados en la materia, y algunos testimonios y anécdotas que se dieron durante la elaboración de Vive Tetela.

 

Parte importante de la historia de Tetela de Ocampo está contenida en la “Relación de Tetela”, que es un documento que data del año de 1580 a 1582, que es un manuscrito de 54 planas y con mapas; conservado en el archivo de Indias de Sevilla, con la signatura “Papeles de Simancas”. Copia de este archivo se encontraba resguardado en la presidencia municipal  de Tetela de Ocampo, pero durante el gobierno de Carmen Caballero se hizo, a  manera de limpia, la quema de algunos archivos que se encontraban en deterioro por el paso del tiempo y entre algunos otros archivos la “Relación de Tetela”, logró rescatarse.

 

En este escrito se documentan algunos testimonios de los indios naturales (como los españoles nos llamaron durante su llegada) de Tetela de la Corona Real, de la Nueva España, el 29 de Octubre de 1581 (como es titulado en el escrito); testimonios de los indios naturales más antiguos y ancianos de las diferentes poblaciones aledañas que respondían como cabecera de Tetela. Ellos nos narran los orígenes de Tetela así como cada una de las localidades, que hoy en día son los barrios, sus animales, actividades, clima, vegetación, forma de vida y  costumbres, de poco antes, hasta unos años después del asentamiento Español.

 

Haremos cita de este documento, relacionándolo con cada parte de la historia. El documento original está escrito en español de castilla del siglo XVI, de la edad de la conquista y nos es de suma importancia darlo a conocer, porque son testimonios auténticos y de los más antiguos que se tiene registro, de nuestros antepasados, antes y durante la fase inicial de la conquista de México. El mismo quedará disponible también en su versión original para quien desee consultarlo.

 

El origen de la fundación de Tetela,  coinciden  todos los textos, deriva de  4 tribus chichimecas de 1212 hasta 1219  Según diversas fuentes de información.

 

 “Los primeros pobladores de la región fueron los totonacas conducidos por su rey Tutul.” Aproximadamente por el año 818 DC.”

“Debido a las migraciones nahuatlacas, los totonacas fueron expulsados y se refugiaron en las zonas montañosas de la sierra norte. Siendo épocas de grandes migraciones de diversos pueblos, provenientes de Sinaloa llegaron 4 jefes chichimecas que conquistaron Tetela: Acatzintecuhtli en 1215, Tequectilpotan e Isticuzahuictletl en 1219, Techintecuhtli en 1241 conquistaron los diversos asentamientos y fundaron Tetela cuyo significado mas aceptado es “cumulo de piedras” ya que sobre estos realizaban diversos ritos ceremoniales. “

 

(Al noveno capítulo dijeron: que este pueblo se llama Tetela, y que la causa por que se llama Tetela, es que antiguamente, en sus tiempos, hacían grandes ‘cues’ de piedra para hacer sus sacrificios y que este nombre lo pusieron unos indios, que fueron cuatro los primeros fundadores de este pueblo y que no saben por cuya orden ni mandado se pobló y a según la memoria que ellos tienen de sus pasados, dicen que ha trescientos  y sesenta y dos años poco más o menos que se fundó este dicho pueblo, y que vinieron estos cuatro fundadores de hacia el poniente, de una provincia que son chichimecos, de más de trescientas  leguas de este dicho pueblo; y que estos cuatro fundadores fueron el instrumento de la población de este dicho pueblo y al presente tendrá esta cabecera ciento y cincuenta vecinos)

 

“El nombre Tetela proviene de la lengua indígena tetilla, que significa amontonamiento de piedras o montículo-base para el teocalli, que así se les decía a los templos de la antigüedad. Tetela en su forma náhuatl significa  Abundancia”  (Centro INAH Puebla)

 

(Al trece capitulo dicen que el nombre de Tetela, que es que tiene el pueblo, en lengua de indios quiere decir en la lengua castellana “montones de piedras juntas”, y que así le pusieron este nombre, y no hay cosa de saber de ello mas de que por ver situados “cues” y montones de piedra le llaman Tetela).

 

“Desde un principio se distinguieron por su espíritu de libertad, no fueron tributarios de los aztecas. Adoraban al dios Huitzilopochtli, por lo que se ha considerado su nexo de origen  nahua-mexicano o sea un origen común al de los tenochcas fundadores de Tenochtitlán.”

 

(Al catorceno capitulo dicen que fueron en tiempo de su gentilidad vasallos de los cuatro principales que fundaron este pueblo y de todos sus descendientes hasta la era que vino el Marques del Valle, y  que lo que les tributaban a estos señores eran mantas de dos o tres maneras, de ellas eran muy finas y de ellas no tales, y cacao en la cantidad que les mandaban y aves de la tierra, y venados, y conejos, y codornices, y algodón, y maíz , y chile,  y frijoles, y esclavos que ganaban en las guerras que tenían con otros comarcanos a su pueblo; y que adoraban a un ídolo que trajeron de México llamado Huitzilopochtli, y que a este ídolo le sacrificaban indios e indias quitándoles los corazones  y ofreciéndoselos en sacrificio, si no por solo ofrecerle la sangre, les cortaban las puntas de las orejas y se las abrían, y les agujeraban los labios de la parte de abajo, y la ternilla de en medio de la nariz y les atravesaban los muslos entre cuero y carne, todo a fin de que les saliera sangre para el dicho sacrificio; y estos ritos y sacrificios hacían por que les diese muchos bienes y señoríos y larga vida.)

“Desde la época prehispánica se empezó a explotar algunos pequeños yacimientos de oro.”

Se dice que mucho antes de la llegada de los españoles, ya se explotaba este recurso, abundante de la región, ya que se encontraban diversas pepitas de oro que arrastraban las corrientes rio abajo.”

(En el capitulo veinte y ocho dicen, que es tierra de veneros y albaradas de metales que muestran plata, y que en cuanto a lo de minas de oro, que antiguamente los antiguos sabían de ellas mas los naturales de estos tiempos no las saben, y en lo de atramentos y colores, que no hay ningunos en los términos de este pueblo)

 

“Con la llegada de los españoles, Tetela no fue conquistada por ellos ya que una comisión de la población salió al encuentro de Hernán cortes y le dieron presentes, por lo que siguieron su ruta hacia Tenochtitlán vía Ixtacamaxtitlan.”

 

(Al segundo capítulo dijeron: que estos naturales de este partido de Tetela nunca los conquistó nadie  sino que sabiendo que venía el Marques del valle sobre México, se dieron a él y le salieron a recibir antes que llegasen a México).

 

“Sin embargo, durante la colonia, Pedro de Escobar fue el encomendero de Tetela, y debido a las “redadas” de indígenas que hacía para venderlos como esclavos y para la explotación del oro, la mayoría de la población huyo a las montañas para permanecer libres del yugo español.”

 

 “Con el tiempo Tetela dejo de ser encomienda y paso a depender del rey de España. La evangelización estuvo a cargo de fray Andrés de Olmos, misionero franciscano que llevo su labor de ayuda a iniciar a Tuxpan, Panuco, Tampico y llego hasta la florida. Fray Andrés le dio el nombre de Santa María de la Asunción de Tetela a fines del siglo XVI, época en que la población era mexicana y no quedaban totonacas. “

 

(Al capítulo quinto dijeron: que antes que el marqués viniese a estas partes, había en este pueblo gran numero de gentes y ahora hay muy pocos para su comparación de entonces; dicen que la causa de haberse disminuido en tan pocos, fue que después que ganó el marqués del valle  a México dio encomienda de este pueblo a un conquistador que se decía Pedro de Escobar, el cual dicen que venía a este pueblo muchas veces y que cada vez que venía llevaba gran cantidad de indios y de indias para los vender por esclavos; y que por esta causa, los demás que quedaban se aquel temor, se ausentaban y se iban a otras provincias).

 

Con la llegada de los conquistadores también llegaron enfermedades y pestes, que la población autóctona no conocía, introdujeron animales como el caballo y la gallina de castilla, el trigo y semillas de castilla.  Los españoles hallaron un fruto nativo de México y que se daba muy bien en Tetela que era el aguacate.

 

(En el capitulo diez y siete dicen: que es tierra sana y que las enfermedades que entre ellos reinan mas, son calenturas y cámaras de sangre y viruelas y otras enfermedades ordinarias, y que cuando son  calenturas las curan con unas yerbas que hacen debajo de grandes peñas y que esta yerba la traen y molida y envuelta en sangre de gallina, que para ello degüellan, envuelven con agua y hacen un bebedizo y lo beben y con ello se hallaban buenos; y que para las demás enfermedades no tenían ningún remedio si no que lo dejaban a naturaleza que obrase).

 

Poco a poco la población de la cabecera de Tetela y sus localidades fue desapareciendo, debida la esclavitud que amedrentaba a la población haciéndola huir a otros destinos. Las enfermedades y nuevas vestimentas con que los españoles enseñaron a vestir a la población indígena, mermó su periodo vital, ya que ellos afirmaban llegar a vivir hasta 140 años.

 

Solían vestir apenas unos taparrabos y andar semidesnudos la mayor época del año, lo cual supone, que fortalecía su capacidad de resistencia ante los climas húmedos y nublados que han imperado la gran parte del año en la región. Los españoles al enseñarles a estar más cubiertos disminuyeron, con el tiempo, esa resistencia física que habían adoptado. Esto, aunado a las enfermedades fue causa indiscutible de la disminución del periodo natural de vida del indígena Tetelense.

 

(Al capítulo quinto dicen también:  y por los que quedaron han pasado grandes pestilencias que en la lengua de estos naturales dicen ‘cocolistes’ a cuya causa han quedado tan pocos; están poblados en pueblo formado y permanente; son frágiles de entendimiento, y sus inclinaciones y manera de vivir de algunos de ellos  es cultivar sus tierras y sementeras, y de otros ser tratantes de un jabón que se cría en esta tierra que le llaman amole, y que  es unas raíces de yerbas a manera de raíces de lirios de España).

 

(Al capítulo quince dicen:  que antiguamente andaban desnudos con solas unas mantas ceñidas al cuerpo, y que ahora traen camisas, calzones, y jubón, y sombrero, y zapatos y que en aquellos tiempos vivían mucho más que ahora, y que la causa es andar ahora arropados y con mas regalo que entonces y no comer cosas calientes ni con sal, y por qué no la usaban y que esto entienden que es la causa)

 

Las diferentes localidades de la cabecera de Tetela hablaban diferentes tipos de Mexicano (como ellos le denominan hasta hoy en día), que es lengua náhuatl proveniente de los Mexicas de Tenochtitlán. En esencia la lengua es la misma y entendible entre la de una localidad y otra, la diferencia es que adopta ciertos modismos de lugar en lugar. Por ejemplo en los lugares más próximos a Tetela se acostumbro omitir el ‘tla’ en las palabras, y cambiarlo por ‘ta’ al ser una silaba más fácil de pronunciar, por ejemplo Hueytentlan, que se reduce a Hueytentan. Al igual de la terminación ‘tl’ , por ejemplo en popocatepetl, se omite y cambia por ‘t’ o ‘l’. La hibridación del lenguaje llevo a la gente de habla mexicana a combinar ciertas palabras de castilla con la lengua náhuatl.

 

Factores como la enseñanza del español como lengua natural, la discriminación y la falta de práctica, llegaron perjudicar considerablemente en la pérdida del habla náhuatl o mexicano en Tetela y la región. Personas de descendencia indígena, hoy día nos comenta las dificultades en que se veían los indígenas ante la población mestiza que le discriminaba, llamándoles ‘indios’, ‘indígenas’ o ‘nacos’ , más aún cuando les escuchaban hablar el mexicano. Los hijos de padres con lengua náhuatl aun aprendieron el dialecto, pero, por desgracia, este se ha ido perdiendo, dada la constante discriminación y abuso que se sufre, incluso en las escuelas.

 

(Al capítulo quinto dicen: la lengua que hablan estos naturales es la mexicana y no hay otra en este pueblo).

 

Siglos de colonización llevaron a la población autóctona a mezclar sus viejas costumbres con las nuevas traídas de Europa. Poco a poco se cambiaron ídolos de piedra (hoy en día aun encontrados en algunas zonas de Tetela) por Santos y deidades Cristianas.

 

“La primera mina de oro y plata del estado de puebla fue la de Tetela, calculándose que en 1907 la producción tuvo un valor de $600 000. Habiendo sido el primer fundo minero del estado se le llamo Tetela del Oro, durante el siglo XVIII.”

 

 “El sublime afán de subsistir como pueblo independiente, se fue consolidando durante los 300 años de la colonia y fue la base de la conciencia liberal del siglo XIX,  cuyos máximos exponentes fueron los 3 Juanes: Juan N. Méndez, Juan Crisóstomo Bonilla, Juan Francisco Lucas, quienes defendieron la libertad y el honor patrio no solo contra el imperio de Maximiliano si no contra las poblaciones conservadoras de Zacapoaxtla y Chignahuapan.”

 

“El siglo XIX fue   de constantes enfrentamientos entre las diversas facciones, el palacio municipal de Tetela que se inicio su construcción en 1883 fue con el fin de que Tetela fuera la capital de un nuevo estado (separado de Puebla), el estado de Zempoala, lo cual no se logro por las condiciones políticas de la época.”

 

La región cobró fama a raíz de la intervención en la famosa invasión francesa.

 

“En honor a don Melchor Ocampo, fue rebautizada como Tetela de Ocampo el 23 de Julio de 1861, concediendo el titulo de Villa. Por causas aún no conocidas en el año 2001 se le dio el título de ciudad.”

 

En esa década  el nombre de Tetela del Oro fue quedando en la historia. Todavía podemos apreciar curiosamente como algunas rutas de transporte público tienen rotulado “Tetela del Oro” en algún rincón.

 

 

“Don Juan N. Méndez fue presidente de la república y presidente de la suprema corte de justicia militar. Fue general en jefe del sexto batallón de la guardia nacional compuesta en su mayoría por pobladores de Tetela y Xochiapulco, siendo los primeros que salieron a contener la primera embestida de las fuerzas francesas el 5 de Mayo de1862 en los fuertes de Loreto y Guadalupe, y siendo fundamentales en la derrota que sufrieron los invasores en esa fecha.”

Es indiscutible la fama que adquirió la región debida la importante intervención de los tres Juanes, a quien en honor se erigió un monumento en el parque de Tetela.

 

 

En la actualidad aun quedan restos de las minas abandonadas en el barrio de la cañada, pero desgraciadamente, debida la imprudencia de algunas personas que se aventuraban a visitarlas sin el equipo necesario y las debidas precauciones, fueron presas de aparatosos accidentes a lo cual las minas cerraron su acceso.

 

Aunque no deja de fascinar el nivel de explotación que se llevo a cabo y el imponente complejo interior que presentan estas minas, así como el arduo trabajo que se llevo a cabo en tiempos de explotación. Se cuenta que cuando fueron introducidos los primeros camiones de transporte al municipio, se podían ver los pesados lingotes de oro solido que se producían y procesaban de las minas hacia la fundidora, para ser transportados a la ciudad.

 

Se desconoce la razón exacta del cese de actividad minera, pero la teoría que se cuenta de boca en boca es que todo ello fue debidas las diferencias entre la asociación que tenia a cargo el manejo de las mismas.

 

Sin embargo hoy podemos disfrutar de un exquisito paseo por la ex zona minera de la cañada, visitar sus antiguas fábricas y haciendas evocando al pasado a la vez que disfrutamos del inigualable respirar del aire de las montañas húmedas. For more information check out mobile pokies